Los encarnacenos tienen la oportunidad de explotar el enorme potencial turístico que su ciudad acaba de incorporar, pero solo lo harán a condición de que las autoridades y la comunidad asuman el compromiso de proteger y desarrollar este patrimonio.
Una verdadera revolución viene causando en Encarnación el enorme éxito de su flamante Costanera y de sus playas sobre el río Paraná. Tan masiva fue la respuesta de la población, que justificadamente se piensa ya en planes de promoción turística que integren a estas nuevas áreas de esparcimiento en los circuitos de las Ruinas Jesuíticas y de las zonas boscosas de la cordillera de San Rafael. Desde su apertura a mediados de diciembre, la Costanera se convirtió en un lugar de concentración y encuentro de los encarnacenos y, con la habilitación de las tres playas de blanca arena, también de visitantes de otras partes del país y de Posadas.
Según estimaciones de pobladores y de operadores turísticos, no menos de 20.000 personas aprovechan el nuevo sitio los fines de semana. Las perspectivas a futuro son aún mejores, pues el tramo utilizado ahora es solo de ocho kilómetros. Se estima que en el segundo semestre de este año estarán completos los 27 kilómetros previstos de la Costanera.
Este espacio público sirvió ya para la fiesta de recepción del año nuevo y alojará en las próximas semanas el carnaval de la ciudad, uno de los más importantes y concurridos del país. De hecho, ofrece el marco más apropiado para la realización de festivales, fiestas y recitales en la capital del departamento y en las zonas aledañas. La Costanera integra amplias avenidas, plazoletas hermoseadas con plantas y flores, áreas parquizadas, camineros bordeados de palmeras y sistemas de iluminación adecuados.
Asimismo, en el proyecto se prevé un cuidado especial en dos aspectos en los que suele haber deficiencias en nuestro país: la limpieza y la seguridad. La municipalidad de la ciudad debe poner particular énfasis en estos dos elementos a fin de que un lugar tan bello siga siendo disfrutado por las familias y no ocupado por inadaptados o antisociales. De igual manera es fundamental para preservar la Costanera adoptar las medidas de control necesarias para evitar que se transforme en un mercado, con comercios precarios e informales que terminan por desnaturalizar el espacio público.
Muchos lugares atractivos han entrado en decadencia en nuestro país por la poca atención de las autoridades en estos asuntos. Los encarnacenos tienen la oportunidad de explotar el enorme potencial turístico que su ciudad acaba de incorporar, pero solo lo harán a condición de que las autoridades y la comunidad asuman el compromiso de proteger y desarrollar este patrimonio. La respuesta de la gente ha sido tan positiva que muchos se preguntan por qué se demoró tanto en hacer la Costanera.
Es que en verdad cuesta creer que Encarnación, como otras ciudades del país incluida Asunción, hayan podido mantenerse divorciadas por tanto tiempo del río, desaprovechando sus características geográficas y renunciando a gozar de los encantos de la naturaleza. La experiencia de la Costanera de Encarnación debería replicarse en las localidades que tienen costas sobre nuestros grandes ríos.
Play al vídeo de arriba para ver las imágenes de la hermosa costanera de la Ciudad de Encarnación.
Esto es especialmente aplicable a la capital, donde todavía con demasiada timidez se ha iniciado un “reencuentro” con el río Paraguay, al que históricamente ha dado la espalda.
Churero.com se hace eco de tan acertada, interesante he inmejorable publicación.
Fotos: Zenoura en su sitio digital http://www.cazadordeinstantes.com. Imágenes en Google. Vídeo: You Tube.
Que hermoso que está la costanera de Encarnación, seguro que muy pronto estará copado por las modelos VIP y su Representante HR, jajajajaja
ResponderEliminarLa verdad q esta espectacular la costanera en Encarnación tuve la oportunidad de conocerlo. porque pase las fiestas alla estoy en argentina viviendo no tiene nada q envidiarle a Mar del Plata o Punta del ESte je je
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