lunes, 3 de noviembre de 2014

Argentino de 25 años se emborrachó, se durmió y sus comptatriotas lo violaron hasta sangrarle el trasero. Luego de una noche de mucho alcohol, un joven de 25 años amaneció con fuerte dolores en el ano y sus prendas íntimas ensangrentadas...

Argentino de 25 años se emborrachó, se durmió y sus comptatriotas lo violaron hasta sangrarle el trasero. Luego de una noche de mucho alcohol, un joven de 25 años amaneció con fuerte dolores en el ano y sus prendas íntimas ensangrentadas. 

El hecho ocurrió en una casa en Santiago del Estero, donde la víctima y victimarios estaban reunidos. Un joven de 25 años denunció que dos amigos, con quienes estuvo compartiendo una "rueda de copas" en una vivienda de la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, lo drogaron y abusaron sexualmente. El sábado a la tarde, la Policía detuvo a uno de los imputados en el caso luego de que arrojara ladrillos contra el domicilio de un testigo, que declaró en la Comisaría 14ta., publica Nuevo Diario Web. Una reunión de amigos terminó de la peor manera para un joven de 25 años, residente en el barrio Gorrini de la ciudad de La Banda. Se durmió y, al despertar, descubrió que había sido ultrajado sexualmente por sus amigos. Según trascendió, la víctima se encontraba reunida con sus amigos de toda la vida en una vivienda ubicada en Primer Pasaje del barrio ampliación Gorrini. Tras compartir varios litros de cerveza, cerca de las 4 de la madrugada el joven decidió recostarse. Más tarde, el muchacho despertó y notó que su pantalón estaba desprendido y bajado. Además, sintió agudos dolores en el ano. Entonces, se dirigió al baño y allí observó que tenía todas sus prendas ensangrentadas. 

 
"...la víctima se encontraba reunida con sus amigos de toda la vida en una vivienda...tras compartir varios litros de cerveza, cerca de las 4 de la madrugada el joven decidió recostarse. Más tarde, el muchacho despertó y notó que su pantalón estaba desprendido y bajado. Además, sintió agudos dolores en el ano. Entonces, se dirigió al baño y allí observó que tenía todas sus prendas ensangrentadas.

Avergonzado por la situación y sin poder identificar a su abusador, el joven se retiró del lugar y se trasladó hasta su casa. Tras bañarse, se dirigió hasta la comisaría donde radicó la denuncia correspondiente. Un vecino, el testigo, al escuchar los gritos que provenían de la casa donde los jóvenes estaban reunidos, se dirigió a ver qué estaba pasando y allí descubrió a dos jóvenes que estaban sometiendo sexualmente a su amigo.



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