
La confesión del necrófilo, ya condenado por otros tres casos de necrofilia, se dio repentinamente
Kenneth Douglas, de Hamilton, Ohio, Estados Unidos, fue sentenciado a tres años de prisión en el 2009 después de que se identificara como suyo el ADN del semen encontrado en la vagina de una mujer de 19 años que fuera asesinada, según dieron a conocer varios medios, entre ellos el news.com.au.
El crimen de Douglas solo salió a la luz después de que el asesino de la mencionada joven – un tal David Steffen – apelara ante la Corte su condena por violación y asesinato. El homicida admitía el crimen de la mujer, pero negaba tajantemente el cargo de violación.
Tras la investigación suscitada a partir de esa coyuntura, se llegó hasta Douglas, quien no solo admitió la necrofilia, sino que también confesó que había tenido sexo con el cadáver de otra mujer de 23 años que fuera asesinada por estangulamiento.
Y luego confesó otro caso más.